Las nuevas
tecnologías están presentes en la educación y esto ya es inevitable. Por lo
tanto, para la enseñanza de lenguas no es distinto, más bien el uso de las tecnologías
como herramientas educativas, quizás sea más marcado en este área que en la
educación convencional.
Hacer uso de
herramientas que apoyen el aprendizaje es una oportunidad que no se veía en
otros tiempos, de esta manera, en los tiempos que corren, el profesor de
lenguas extranjeras tiene todo un mundo de posibilidades para trabajar a su
favor, con el cual puede promover una enseñanza más autónoma, creativa y
divertida, además de ofrecer a sus alumnos libertad de aprendizaje sin límites
espacio-temporal.
En una clase
de ELE u otro idioma, por ejemplo, el profesor tiene herramientas para trabajar
de manera colaborativa, puesto que su papel no es más de transmitir el
contenido, sino de crear oportunidades para que sus alumnos puedan construirlo
en conjunto, intercambiando opiniones y reflexionando sobre lo que están
haciendo. Asimismo, está misma actividad que el profesor empieza en un aula
continua fuera de ella en una wiki, red social o en una aplicación del
Smartphone. Es decir, el aula no se limita más al espacio entre cuatro paredes,
sino va más allá de las limitaciones y hace parte del cotidiano del alumno y
profesor.
Por otra
parte, cabe al profesor reflexionar sobre las practicas pedagógicas teniendo en
cuenta esta nueva forma de enseñanza, pues como bien argumenta Cabrera (2006) "un error que siempre hemos cometido
con las nuevas tecnologías, y que ha llevado a que las mismas no desarrollen
todas las posibilidades que presentan para la creación de nuevos entornos
formativos, es el deseo de trasladar sobre ellas principios aplicados, de la
enseñanza presencial o de tecnologías más tradicionales". Con lo cual, saber como utilizar las nuevas
tecnologías es de suma importancia para el buen provecho de su uso en una aula
de lengua extranjera.
Vale señalar aún que, esta nueva manera de facilitar el conocimiento es de
gran valía para el profesor y que por lo tanto, debe estar preparado pedagógicamente
para utilizar las nuevas tecnologías de manera sabia y constructiva, así puede
proporcionar más interacción y autonomía tanto en el proceso de enseñanza como
de aprendizaje de lenguas.